Cada vez que sacamos nuestro teléfono inteligente, nos enfrentamos al mismo dilema inconsciente: consumir o crear.
Piénsalo: podrías hacer un millón de cosas con un teléfono. Podrías componer la próxima pieza musical ganadora del Grammy mientras viajas al trabajo. Podrías escribir un libro ganador del Premio Pulitzer mientras haces cola para tomar un café.
Pero casi siempre terminamos eligiendo lo mismo: consumir vídeos, fotos, publicaciones y pensamientos de otras personas.

La facilidad de consumo vs. la dificultad de creación
Ya sea una serie de Netflix, un videojuego, un podcast o simplemente navegar por los millones de videos de Instagram o TikTok disponibles, cuando nos aburrimos y recurrimos a consumir algún tipo de medio, las excusas siempre son las mismas:
"Me lo merezco". "He trabajado muchísimo". "Solo este y luego empiezo a trabajar". "Solo son cinco minutos".
Ese es tu cerebro trabajando, tratando de encontrar buenas razones para tus decisiones irracionales.
Esto se debe a que el cerebro adora la consistencia y la facilidad. Es "una máquina de consistencia", como la llama el premio Nobel Daniel Kahneman .
Siendo justos, consumir no es malo en sí mismo. Al contrario, nos permite desconectar y descansar del agotador proceso de autocontrol necesario para concentrarnos y comportarnos como la sociedad nos dicta. Esta desconexión es útil por un tiempo limitado, siempre y cuando sepamos cómo no caer en la trampa.
El problema es que los medios y las plataformas que usamos hoy en día están diseñados específicamente para mantenernos enganchados el mayor tiempo posible. Simplemente porque mientras estamos en ellas, generan ingresos. Cada día, nos enfrentamos a una enorme cantidad de contenido creado a propósito para mantenernos enganchados.
Y existe un proceso biológico que nos mantiene enganchados. Todo esto se basa en el sistema de recompensa de la dopamina , que crea una adicción similar a la de las drogas y el alcohol.
La dopamina inhibe el autocontrol, por lo que cuando quedamos atrapados en el círculo, resulta difícil salir utilizando únicamente el autocontrol.
Existe un proceso biológico que nos mantiene enganchados. Todo esto se basa en el sistema de recompensa de la dopamina, que crea una adicción similar a la de las drogas y el alcohol.
En el otro extremo del espectro, nos encanta hacer cosas creativas, como escribir y el arte, entonces ¿por qué es tan difícil empezar?
Crear algo de la nada, ya sea escribir, pintar o cualquier actividad que requiera resolución de problemas, requiere autocontrol para empezar (y seguir adelante), así como otras habilidades y capacidades que requieren mucha más energía mental. Y al cerebro sabio le encanta guardar energía para cuando la necesita.
Como dijo una vez el famoso monologuista Jerry Seinfeld sobre escribir: es lo más difícil del mundo. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y energía para seguir haciéndolo cada día. No es fácil, aunque te guste.
Para resumir la esencia de la cuestión: consumir y crear tienen dos "barreras de acceso" diferentes, como las llamaríamos en los negocios, lo que hace que una sea más fácil que la otra.
No necesitamos demasiados recursos para empezar a consumir, y se vuelve cada vez más adictivo a medida que avanzamos. Por el contrario, crear es más difícil de iniciar y de mantener.
Para resumir la esencia de la cuestión: consumir y crear tienen dos "barreras de acceso" diferentes, lo que hace que una sea más fácil que la otra.
Cómo salir del bucle del consumo
Bien, entendemos por qué nos encontramos navegando o viendo la televisión con tanta frecuencia. Pero ¿cómo superamos esa adicción para encontrar un equilibrio saludable entre crear nuestro propio trabajo y consumir sin caer en la trampa?
A continuación se ofrecen algunos consejos:
1. Planifique con anticipación.
Planifica tu día con el mayor detalle posible, garantizando espacio para lo esencial. Planificar es la mejor manera de evitar usar el teléfono "solo un segundo".
2. Mantenga una lista de "leer más tarde".
Guarda el contenido que quieres leer o ver en una lista para que cuando tengas tiempo para “perder”, sepas qué consumir sin dejarte llevar.
3. Aumente la fricción.
Aumenta tu fricción de consumo eliminando las redes sociales de tu teléfono y usando solo la versión de escritorio. Esto hará que sea más difícil caer en el círculo vicioso del consumo aleatorio y quedar atrapado allí.
4. Piensa a largo plazo.
Cada vez que estés a punto de empezar a desplazarte, intenta visualizar una imagen clara de tu yo futuro. Por ejemplo, imagina una versión completa de ti mismo sosteniendo el libro que escribiste. La satisfacción es mejor que la emoción.
5. Pregúntate: “¿En qué tipo de persona me estoy convirtiendo al consumir esto?”
¿Y cómo te hará sentir? Hoy en día, muchos medios están diseñados para enfurecer, inquietar o provocar una reacción. Antes de ver ese video, evalúa si realmente es lo que necesitas para afectar tus emociones hoy.
6. Comienza la mañana con un “sistema cerrado”.
Así lo llama Thibaut Meurisse en su libro "Desintoxicación de Dopamina" : un sistema sin acceso a estímulos innecesarios. No te metas en Instagram antes de levantarte de la cama. Empieza el día sin el móvil en la mano y te sentirás mucho mejor a lo largo del día.
7. Comparte tu trabajo constantemente.
Crea entusiasmo por tus escritos o obras de arte compartiéndolas con los demás. Una vez que sepan que te encanta hacer estas cosas, sentirás una nueva responsabilidad y placer por ello.
En general, si comienzas el día con un buen plan, una idea clara de lo que es esencial en tu lista de tareas pendientes y tecnología sin distracciones, estás construyendo las bases para un día más productivo y satisfactorio.